El tiempo no se detiene y de manera puntual avisa de que hay que ponerse las pilas. No he finalizado la primera etapa de exámenes de febrero cuando tengo a la vista los de junio. Pero estoy preparado para poner toda la carne en el asador para que estos sean los últimos de la carrera.
Como me gusta la marcha, a este cuatrimestre le he metido el aliciente de los entrenamientos de una manera continua y responsable, fuera de anarquismos. Por lo tanto hay que planificarse bien y ser constante y disciplinado en su cumplimiento.
Ayer acabe la segunda semana de entrenamiento y lo hice un poco preocupado. Había trabajado bien durante la semana, las piernas habían respondido muy bien y no tenía ningún tipo de molestia. Pero ayer, en el entrenamiento de 1 hora y 30´ que tocaba, noté desde el principio que algo no iba bien. Las piernas no querían ir y tras el paso de los kilómetros las sentía más y más pesadas. Al final tuve que bajar mucho el ritmo ya que tenía la sensación que de mantenerlo no podría finalizar. Confío en que haya sido algo normal dentro del ritmo de entrenamiento planificado.
Hoy tocaba día de descanso y mañana trabajo de pesas. Espero haber recuperado bien para el miércoles, próximo día de running.