...te haces mayor porque dejas de hacer cosas".
Hace no mucho tiempo leía esta frase y me pareció una gran reflexión.
En marzo del año 2018 comencé un nuevo reto profesional que la dirección de Caja Rural Central, empresa donde llevo trabajando 21 años, había considerado debía desarrollar: dirigir lo que iba a ser la primera oficina de la Entidad en la ciudad de Cartagena.
Está siendo un periodo realmente intenso. A la actividad profesional propia del proyecto financiero se le incorpora la labor de introducir la nueva marca en la ciudad. Ha sido un año compartiendo actividad social, cultural y deportiva con la sociedad civil, empresarial e institucional, donde se nos está dispensado una acogida extraordinaria. Hay mucho que hacer y los días pasan a gran velocidad entremezclándose el día con la tarde y en ocasiones la tarde con la noche.
Cartagena es una ciudad muy viva, con una alta actividad, con gran cantidad de asociaciones que trabajan con intensidad para contribuir, cada una dentro de su razón de ser, al desarrollo de la ciudad y de su comarca. Intento participar en todo lo que puedo con el fin de conocer con la máxima celeridad el entorno donde profesionalmente me desenvuelvo. Aprovecho cada evento para conocer a los vecinos, empresarios, representantes de asociaciones y agrupaciones, dando a conocer la empresa a la que represento.
Esta intensidad ha ido ocupando, sin darme cuenta de ello, toda mi atención y esfuerzo, no sin contar con el beneplácito de Carmen. Sin su comprensión sobre lo que representa este proyecto profesional dificultaría el tiempo dedicado al mismo, más si cabe cuando hay dos hijos pequeños que requieren una alta atención.
Como consecuencia de ello también he ido aparcando otro de los puntales que aporta una gran estabilidad física y mental a mi día a día; el deporte. La periodicidad con la que salgo a correr ha caído estrepitosamente, mi participación en carreras populares ha pasado a ser cero. Todo ello, sumado a que los años se van acumulando (gracias a Dios), sucede lo que da por título a esta entrada: "Te haces mayor porque dejas de hacer cosas".
Desde hace unos meses los dolores de espalda comienzan a ser frecuentes, la alimentación ha empeorado, el humor se ve afectado y el sueño alterado. Además, la falta de organización del tiempo me está llevando a no atender correctamente compromisos adquiridos y he aparcado mis estudios de doctorado (ahora intentando retomar).
El pasado viernes estuve, un año más, en el puerto de Cartagena en el reparto de dorsales de La Ruta de las Fortalezas, carrera en la que he participado en sus primeras siete ediciones, no participando en los últimos tres años. Vi la ilusión de aquellas personas que recogían su dorsal y que al día siguiente tendrían que enfrentarse al reto de completar los 54 km. Miraba las montañas que rodean la ciudad y las fortalezas que las coronan, recordando aquellos años en los que iba a recoger mi dorsal y con el estómago encogido por los nervios elevaba de la misma forma la mirada a las fortalezas despidiéndome, como si fueran capaces de oírme, con un: "mañana nos vemos".
Fue el pasado viernes cuando me dije: "hasta aquí, esto no puede seguir así". Sin perder ni la intensidad ni el esfuerzo profesional que requiere mi profesión no puedo olvidar ni desatender todo aquello que aporta valor y equilibrio en mi vida como lo son mi familia, el deporte y la formación. La planificación, la disciplina, el compromiso y el rigor deben de hacerse nuevamente hueco en el día a día y de esta forma ralentizar ese envejecimiento, al menos mental, que se había adueñado de mi vida.
Why Not Try?.
José Alberto Pérez Caballero
Why Not Try?
miércoles, 10 de abril de 2019
lunes, 26 de marzo de 2018
DESPERTAR LOS SENTIDOS
Hoy echaba en falta escribir. Revisaba mis entradas de blog y recordaba aquellos años en los que mantenía cierta regularidad en la escritura además de compaginar otras actividades formativas, deportivas, profesional y familiar. También recordaba con cierta ansiedad aquel ritmo frenético en el que estaba envuelto de manera voluntaria, añorando tener un poco más de tiempo y menos compromisos adquiridos.
Ahora, que por circunstancias ese ritmo ha descendido me he dado cuenta de que cuando el nivel de actividad es menor el cuerpo tiende a la desidia, al acomodo y, en contra de lo que pensaba, a escaparse el tiempo entre los dedos como si de agua se tratara.
Echaba de menos escribir porque cuando lo hacía con una mayor periodicidad me obligaba diariamente mantener mis cinco sentidos activos, observando todo lo que me sucedía, lo que me rodeaba, buscando algo que me llamara la atención que fuera motivo de una nueva entrada. No soy escritor y reconozco que las entradas carecían de mayor interés, no teniendo una estructura ordenada, una sintaxis correcta, pero a mí me mantenía "vivo". Deseaba que callera la noche y la tranquilidad se adueñara de la casa y desde la paz de mi escritorio, con esa luz tenue que proyectaba el flexo que me acompañaba dar rienda suelta a aquella circunstancia, hecho o anécdota que mis sentidos habían atrapado durante el día.
Hoy echaba en falta escribir, hoy me lo he propuesto y he notado como se han despertado los cinco sentidos.
Why Not Try?.
Ahora, que por circunstancias ese ritmo ha descendido me he dado cuenta de que cuando el nivel de actividad es menor el cuerpo tiende a la desidia, al acomodo y, en contra de lo que pensaba, a escaparse el tiempo entre los dedos como si de agua se tratara.
Echaba de menos escribir porque cuando lo hacía con una mayor periodicidad me obligaba diariamente mantener mis cinco sentidos activos, observando todo lo que me sucedía, lo que me rodeaba, buscando algo que me llamara la atención que fuera motivo de una nueva entrada. No soy escritor y reconozco que las entradas carecían de mayor interés, no teniendo una estructura ordenada, una sintaxis correcta, pero a mí me mantenía "vivo". Deseaba que callera la noche y la tranquilidad se adueñara de la casa y desde la paz de mi escritorio, con esa luz tenue que proyectaba el flexo que me acompañaba dar rienda suelta a aquella circunstancia, hecho o anécdota que mis sentidos habían atrapado durante el día.
Hoy echaba en falta escribir, hoy me lo he propuesto y he notado como se han despertado los cinco sentidos.
Why Not Try?.
lunes, 6 de abril de 2015
LO QUE HE APRENDIDO DE LAS CARRERAS DE LARGA DISTANCIA: VALORES, PRINCIPIOS Y HABILIDADES PARA LA VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL.
Cuando dejé la práctica del baloncesto comencé a correr con
el propósito de seguir manteniéndome medianamente en forma. Al principio fueron
carreras de 5/10 km y después 21 Km. Había realizado varias medias maratones y
sentía que mi reto no estaba en recorrer esa distancia en el menor tiempo
posible, me atraía la idea de correr larga distancia. Cambié rutinas de
entrenamiento, horas de entrenamiento e incluso alimentación para ir preparando
el cuerpo para distancias que superarían los 42 km de la maratón.
A día de hoy ya he podido finalizar 2 carreras de 100 km y 5 de 50 Km.
El objeto que me lleva a escribir sobre este tema no es
tanto hablar sobre mi historia deportiva sino sobre el poderoso aprendizaje que
el deporte individual en general y el de las carreras de larga distancia en
particular me ha aportado para desenvolverme en la vida personal y profesional.
Cuando uno afronta una prueba de largo recorrido sabe que va
a tener momentos maravillosos en los que se va a disfrutar con el deporte, de los
paisajes, de la compañía, donde el objetivo de llegar a la meta y de haber
completado todos los kilómetros son un motivador aliciente para avanzar. Por
otra parte también sabemos que habrá muchos momentos donde tocará sufrir física
y mentalmente, momentos donde dolerán las piernas y puede que hasta aparezcan
los tirones musculares. También sabemos que la cabeza cuestionará en más de una
ocasión si lo que se está haciendo tiene sentido, si ese sufrimiento merece la
pena.
Cuando el camino se empina y cuesta dar el siguiente paso,
cuando el calor aprieta y la fuerzas flaquean, cuando un tirón te ha hecho
parar y estás estirando, cuando la cabeza te dice una y otra vez que lo que
estás haciendo no tiene sentido y no merece la pena continuar, cuando te
planteas echar pie a tierra y parar ese sufrimiento físico y mental es cuando
tienes que tener la cabeza más fría. Cuando esto sucede, cuando pienso que no
puedo dar un paso más es cuando intento coger distancia para no permitir que mi
mente tome las riendas sobre las decisiones. Son en esos momentos cuando pienso
en el día que tomé la decisión de participar en carreras de larga distancia, en
la ilusión y la motivación con la que afrontaba su preparación, las horas
dedicadas al entrenamiento y el sacrificio personal y sobre todo familiar que
supuso. Visualizas como será conseguir el objetivo y te ves entrando en la
meta, piensas en todo ello y que por todo ello debes levantarte y dar un paso
más, no abandonar y sobre todo que debes intentarlo porque te lo debes a ti y a
tu familia. Tomas aire, te levantas y continúas, sabiendo que tendrás más altos
y bajos durante el camino pero que el objetivo está más cerca.
Cuando finalmente cruzas la línea de llegada las sensaciones
que se experimentan no pueden ser descritas fácilmente. Sabes que ese día te
has superado una vez más, has demostrado que eres capaz de cumplir con lo que
te propones y has vencido a la adversidad reforzando la autoestima. Has sido
fiel a tu objetivo, no has abandonado, has sido disciplinado y honesto. Ese día
eres un poco más fuerte, no solo has llegado a la meta, le has ganado la
partida a la mente.
Si quitáramos la connotación deportiva y la sustituyéramos por
nuestra vida personal o profesional la historia sería la misma y los resortes
aplicados similares. Nuestra vida tanto personal como profesional es una
carrera de larga distancia, sabemos que en el camino hay momentos estupendos
donde nos encontramos cargados de energía y motivación, rodeados de gente
maravillosa, donde la ilusión por iniciar nuevos proyectos aporta un aliciente
a nuestro día a día. También sabemos que hay otros días donde nos duele la cabeza,
el cuerpo y hasta el alma, momentos en los que la adversidad nos golpea, donde
las cosas se complican y no encontramos fruto a nuestro esfuerzo ni sentido a
lo que nos sucede. Entonces surgen dudas, la cabeza nos pregunta si tiene
sentido lo que estamos haciendo e incluso nos planteamos abandonar, echar pie a
tierra dejando que la mente nos venza dando una patada a nuestra autoestima.
Cuando esto sucede es cuando tenemos que coger la distancia
que hacía mención anteriormente, parar y reflexionar. Hay que creer en los
objetivos propuestos, en nuestra visión, no se puede permitir que un
contratiempo dé al traste con nuestros propósitos e ilusiones y abandonemos a
las primeras de cambio. Cuando más se complica una situación es cuando más
tenemos que confiar en nosotros, confiar que merece la pena intentarlo una vez
más, continuar con constancia, siendo disciplinados, perseverando en nuestro
propósito. El tiempo nos demostrará que si continuamos en el camino, no
desfallecemos y no echamos pie a tierra merecerá la pena, nos hará más fuerte y
conseguiremos todo lo que nos hayamos propuesto.
El deporte individual me ha hecho ser disciplinado y
constante, me ha enseñado lo que es el sufrimiento, la superación y los
beneficios de aplicar la cultura del esfuerzo, he aprendido a planificar y
gestionar el tiempo, fijar objetivos y conseguir metas,… En definitiva, he
aprendido valores, principios y habilidades que no me han enseñado en la
universidad o en la escuela de negocios.
Creo firmemente en esta filosofía de vida y en las ventajas
físicas y mentales que aporta el deporte en general con independencia de la
disciplina que se practique, y sobre todo creo en la capacidad que tiene para
transmitir valores, principios y habilidades que difícilmente aprenderemos en
otro lugar. Esta filosofía la he aplicado cada vez que he tenido ocasión de
dirigir equipos deportivos, cuando he tenido oportunidad de dar charlas a
padres y en el día a día con mi equipo de trabajo. Estoy convencido de los
resultados positivos que de manera personal y colectiva podemos obtener.
Os animo a practicar deporte y a disfrutar de la vida. Why Not Try?.
miércoles, 4 de marzo de 2015
Como gestionar el tiempo I
¿Alguna vez has
llegado a casa después de un día de trabajo con la sensación de no haber podido
hacer nada de lo que te habías propuesto?, ¿de haber desperdiciado una gran
cantidad de tiempo en una determinada tarea?, ¿de haber pospuesto nuevamente
tareas que, solo en pensar en ellas entra pánico?.
Necesito
más tiempo.
Deseo
disfrutar más de la vida. Estoy siempre corriendo. Nunca tengo tiempo para mí.
No
existe equilibrio entre mi vida privada y la laboral.
Estoy
muy estresado.
Hay
mucho que hacer y todo es importante.
Puede
ser que estas u otras afirmaciones similares las hayas dicho alguna vez. Cada
uno de nosotros damos un valor distinto al tiempo y empleamos el mismo como
creemos conveniente, o en la medida que nuestras inevitables obligaciones nos
lo permiten. Lo que es incuestionable es que todos tenemos el mismo a lo largo
del día, no más de 24 horas. En este sentido, el tiempo es el recurso más
justo, todos disponemos del mismo, no discrimina por razón de edad, sexo, raza
o condición económica y social.
Si
todos tenemos el mismo tiempo, ¿cuál es el motivo por el que unos pasan la vida
corriendo de un lado para otro para no llegar a ninguna parte y otras personas
son capaces de tener éxito profesional y mantener una vida equilibrada?.
Puede ser que el tema
nos preocupe tanto que hayamos asistido a charlas y cursos para recibir
indicaciones de cómo gestionar el tiempo. Incluso hayamos adquirido libros en
los que leemos con entusiasmo las herramientas necesarias para administrar y
planificar ese tiempo. Compramos la agenda, instalamos la última app en nuestro
dispositivo móvil. Bien equipados con nuestros conocimientos y herramientas
llega el 31 de diciembre y cargamos nuestra mochila de buenos propósitos
personales y profesionales. ¿Qué es lo que sucede para que todo se vuelva a
desmoronar una vez más?. ¿Qué ha fallado si he aplicado toda la información
aprendida sobre gestión del tiempo?.
La
gestión del tiempo es un tema complejo que requiere de unos conocimientos
básicos, disciplina, constancia y sobre todo una continua reflexión para poder
tomar decisiones. Conociendo de tal importancia y de la preocupación que
suscita será un asunto que voy a tratar a lo largo de varios artículos con el
fin de aportar ideas que puedan ayudar a reflexionar y tomar decisiones.
El tiempo es el bien
más preciado que poseemos, nuestra principal tarea es sacar el máximo provecho
del mismo. Aunque tengamos la sensación de que no tenemos suficiente
disponemos, mientras vivimos, de todo el tiempo que existe. Podríamos quejarnos
de cómo y en qué lo utilizamos, pero no de tenerlo. Utilizamos nuestro tiempo
según los conceptos que tenemos sobre él, en función de nuestros hábitos y del
valor que cada uno le damos en cada momento.
¿Por qué es un
recurso tan valioso?.
El tiempo es un bien
muy escaso, no lo podemos comprar, tampoco es algo que podemos ahorrar o almacenar, no lo podemos incrementar,
es constante y es inexorable.
La mayoría de
nosotros solemos perder en torno a 3 horas al día. El motivo de esta pérdida es
debida a causa de hábitos inadecuados, trabajo realizado negligentemente,
tareas que desarrollamos con una perfección innecesaria. Hemos empleado mal el
tiempo porque hemos olvidado nuestros objetivos, prioridades, no hemos
planificado y sobre todo no hemos diferenciado adecuadamente lo importante de lo urgente, dando en la mayoría de las ocasiones prioridad a esto
último.
Esta dualidad entre
lo importante y lo urgente es la responsable de nuestra sensación de estar
perdiendo el tiempo ante la realización de determinadas tareas, trabajos o
actividades. Perder el tiempo significa hacer algo que es menos importante que
otra cosa que se pudiera hacer en su lugar. La importancia está determinada por
los objetivos.
Para poder gestionar
adecuadamente el tiempo debemos responder continuamente a la pregunta ¿cuál es
la mejor manera de usar este minuto?, y de ello nos ocuparemos en los
siguientes artículos.
Why Not Try?
lunes, 2 de febrero de 2015
Misión y Visión personal y profesional.
¿Quieres rediseñar tu
vida profesional y personal?, pues comencemos por el principio, ¿sabes cuál es
tu misión y cuál es tu visión?.
¿Quieres ser un
profesional de éxito de alto valor para tu empresa y clientes?. ¿Quieres enriquecer
tu vida personal y aportar tiempo de calidad a tu familia y amigos?. ¿Quieres
desarrollar definitivamente esas ideas y proyectos que no te atreves a comenzar
o que has aparcado en varias ocasiones?. ¿Sientes que estás atrapado por la
rutina diaria, por los hábitos y piensas que necesitas potenciar e impulsar tu
vida en todos los sentidos disfrutando de un día a día retador e inspirador?.
Si has respondido afirmativamente a todas o parte de las anteriores preguntas o
eres persona inquieta por mejorar tu vida diaria, te recomiendo que asumas el
reto y rediseñes tu vida profesional y personal. Merece la pena.
Para ello se necesita
realizar un ejercicio de profunda reflexión y dar respuestas a algunas preguntas
que clarifiquen y pongan foco a nuestros objetivos.
Antes de establecer
los objetivos profesionales, personales, de ocio,… hay que destinar el tiempo
que sea necesario para elaborar nuestra misión y visión. Sí, he dicho bien, “misión
y visión”. Estos términos normalmente se asocian al ámbito de las
organizaciones pero las personas también debemos tener una “visión”, es decir
aquellas metas que pretendemos conseguir en el futuro, hacia donde nos
dirigimos, y también tenemos una “misión”, referida a los motivos que
justifican nuestra razón de ser. Se considera por tanto que la visión es más
genérica y menos precisa que la misión que es más específica y precisa.
Comenzamos el año con
gran cantidad y variedad de cosas que tenemos pendientes por hacer: proyectos,
tareas, algún curso o master, aprender inglés, comenzar a hacer deporte, tener
tiempo de calidad para la familia… En función de estos proyectos o propósitos
fijamos los objetivos, poniendo nuestro foco en el corto plazo olvidándonos del
medio y largo plazo.
Para dar sentido,
solidez y continuidad a todos esos proyectos y buenas intenciones deberemos
tener una visión mucho más global y una misión clara. Para ello tomaremos
distancia para responder algunas cuestiones antes de fijar objetivos:
¿Hacia dónde voy?,
¿cómo me percibo en el futuro?, ¿cómo deseo que me vean en un futuro?, ¿qué
quiero alcanzar?, ¿cuál es la razón por lo que hago esto?.
Si intentamos dar una
respuesta sincera y profunda nos daremos cuenta que puede que sean preguntas no
tan fáciles de responder y de concretar. Dar una respuesta honesta contribuirá
a clarificar el futuro y poner el foco en el largo plazo. Cuando tenemos un
futuro claro, cuando sabemos hacia donde nos dirigimos y conocemos nuestra
razón de ser es cuando podemos afrontar el presente con solvencia y garantías
de éxito, fijando todos esos objetivos que nos proponemos cada principio de
año.
Una misión y una
visión bien reflexionadas y bien definidas realizan la misma función que lo
hace un faro en la oscuridad, guía y focaliza nuestros objetivos y esfuerzos, reconduce
nuestro rumbo cuando nos desviamos, fortaleciendo la concentración en los retos
que son verdaderamente trascendentes ayudando a identificar oportunidades
potenciales.
¿Cómo diferenciar misión
y visión?.
La misión se refiere a definir nuestro propósito, nuestra razón de ser y por
la que se justifica nuestra existencia, responde a la pregunta ¿por qué?. ¿Por
qué existo?, ¿qué me hace diferente?. En la misión se destacarán aquellos
atributos, fortalezas o elementos diferenciadores en los que nos apoyaremos
para alcanzar la visión.
También tienen una gran importancia los valores personales para la consecución de los
objetivos. Los valores definen los principios sobre los que se asienta
nuestra cultura que nos permite crear las pautas del conocimiento.
La visión responde a la pregunta ¿Dónde?.
Define las metas que pretendemos alcanzar, es la percepción actual de lo que
será o debería ser en el futuro, estableciendo los criterios que utilizaremos
para fijar el camino, ¿hacia dónde me dirijo?, ¿dónde quiero estar en el
futuro?. La visión tiene que ser inspiradora, retadora y motivadora.
Para formular la misión debemos:
1.-Identificar lo que
mejor hacemos.
2.-Pensar en qué
significado tiene el éxito.
3.-Identificar las
metas personales reflexionando sobre qué es lo que de verdad queremos en
nuestra vida profesional y personal, entendiendo esta última como familiar,
social y ocio.
4.-Analizar
detenidamente los objetivos, y escoger uno que sobresalga por encima de los
demás.
5.- Perfeccionarlo:
editando y sintetizando el objetivo escogido hasta que tengas una idea clara y
precisa de lo que quieres.
La misión describirá
4 aspectos básicos: Que quiero, para que quiero lograr mis metas, cuales son los valores fundamentales y por quién siento responsabilidad.
Para que quede
definida la misión realizaremos una frase que incluya los cuatro aspectos
anteriores o daremos respuesta a cada uno de ellos de manera individual.
A la hora de formular la visión:
A partir de la
elaboración de la misión daremos respuesta a las siguientes preguntas: ¿Quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿cómo me
percibo en el futuro?, ¿cómo deseo
que me vean en el futuro?.
Una vez respondidas
estas preguntas se redactará la visión personal y profesional. Hay que
escribirla de forma que plantee un desafío, que sea motivante, con la que nos
identifiquemos y comprometamos. Tiene que ser breve, clara y específica.
Con una misión y una
visión con la que realmente nos identifiquemos, y unos valores personales y
profesionales sólidos sobre los que apoyarnos podremos definir de manera
concreta los objetivos a corto plazo. Podremos establecer objetivos que tengan
sentido y que justifique el esfuerzo que hay que realizar, fortaleciendo el
compromiso con ellos garantizando el éxito en su consecución.
Si estás cansado de
realizar año tras año las mismas promesas, iniciar los mismos proyectos que con
el tiempo se difuminan, si quieres de manera definitiva rediseñar tu carrera
profesional y personal, comienza por el principio, define tu misión y tu
visión. Elije un espacio tranquilo, un lugar inspirador, un lugar donde te
puedas encontrar contigo mismo, y sobre todo toma tiempo y reflexiona. Cuando hayas
concluido y tengas definida la visión y la misión habrá que realizar la tarea
más sencilla pero a su vez fundamental y necesaria para garantizar el éxito:
escribe de manera sintética tu misión y tu visión y ponla en un lugar visible,
en un sitio que cuando aflore alguna duda, cuando te preguntes si algo tiene
sentido puedas leerla, recordar y focalizar nuevamente cuál es tu objetivo y tu
razón de ser.
Para finalizar
recuerda, los objetivos son el motor de la vida, la gasolina que nos impulsa
día a día. Fija objetivos que realmente sean motivadores e inspiradores, que te
ilusionen lo suficiente como para dar sentido a la vida. Rediseña tu presente
para escribir tu futuro. Why Not Try?.
viernes, 30 de enero de 2015
Enero: Aferrado a los objetivos.
Consumido el primer mes del año reviso los objetivos propuestos y compruebo que, a pesar de los imprevistos surgidos, más de los que se podrían prever, sigo en la línea marcada.
Profesionalmente he establecido nuevas pautas de funcionamiento y organización que me permiten realizar una mejor gestión del tiempo, enfocado, optimizando recursos e intentado obtener momentos profesionales, personales y familiares de calidad. La clave está siendo no perder de vista los objetivos definidos a corto y medio plazo, teniéndolos a la vista y revisándolos diariamente.
El hábito del que más satisfecho me siento, con el que me muestro inflexible y me aporta mayores beneficios es la hora de ponerme en pie. Suena el despertador a las 6 de la mañana y arriba sin dar tiempo que la duda me abrace a la cama. Resulta muy gratificante levantarse con tiempo suficiente para preparar el día. Tienes tiempo para pensar y reflexionar. El silencio de la mañana permite que me pueda escuchar con claridad, sin interferencias. Una luz tenue acompaña mis primeras actividades y mientras tomo el café repaso mentalmente la agenda de la mañana, pienso en mis estudios, mis proyectos, la gente que me rodea,....Con que claridad se ve todo a esa hora!!!.
Por otra parte ha surgido la opción de participar en un proyecto que me hace especial ilusión. Fran García, amigo desde hace años y con el que tuve la suerte de compartir minutos en una pista de baloncesto, ascenso incluido, me ofreció la posibilidad de colaborar en el nuevo proyecto que su empresa de comunicación CNB está desarrollando. Planteaba la posibilidad de que pudiera escribir periódicamente artículos que serían publicados en la nueva Web de la empresa. No fue difícil sentar las bases de lo que sería esta colaboración ya que Fran es una persona muy profesional, con una visión muy clara del negocio y con ideas empresariales interesantes e innovadoras.
Y entre trabajo y proyecto seguimos avanzando en la tesis. Este es un trabajo que evoluciona despacio, pero en el que hay que ser constante aunque lo que se pueda estudiar al día sea poco tiempo. Este tiempo dedicado, sea mucho o poco, permite no aparcar el objetivo que no es otro que poder doctorarme en un plazo medio de tiempo.
Si algo no he podido recuperar en la medida que tenía previsto ha sido el deporte. Aunque no con la frecuencia ideal he podido entrenar algo todas las semanas pero es una tarea que tengo que potenciar en los meses sucesivos.
Por último ya finalizando el mes se ha comenzado a gestar un proyecto profesional que puede ser muy interesante. Pero esto lo dejo para más adelante porque estamos en fase embrión.
Why Not Try?.
Profesionalmente he establecido nuevas pautas de funcionamiento y organización que me permiten realizar una mejor gestión del tiempo, enfocado, optimizando recursos e intentado obtener momentos profesionales, personales y familiares de calidad. La clave está siendo no perder de vista los objetivos definidos a corto y medio plazo, teniéndolos a la vista y revisándolos diariamente.
El hábito del que más satisfecho me siento, con el que me muestro inflexible y me aporta mayores beneficios es la hora de ponerme en pie. Suena el despertador a las 6 de la mañana y arriba sin dar tiempo que la duda me abrace a la cama. Resulta muy gratificante levantarse con tiempo suficiente para preparar el día. Tienes tiempo para pensar y reflexionar. El silencio de la mañana permite que me pueda escuchar con claridad, sin interferencias. Una luz tenue acompaña mis primeras actividades y mientras tomo el café repaso mentalmente la agenda de la mañana, pienso en mis estudios, mis proyectos, la gente que me rodea,....Con que claridad se ve todo a esa hora!!!.
Por otra parte ha surgido la opción de participar en un proyecto que me hace especial ilusión. Fran García, amigo desde hace años y con el que tuve la suerte de compartir minutos en una pista de baloncesto, ascenso incluido, me ofreció la posibilidad de colaborar en el nuevo proyecto que su empresa de comunicación CNB está desarrollando. Planteaba la posibilidad de que pudiera escribir periódicamente artículos que serían publicados en la nueva Web de la empresa. No fue difícil sentar las bases de lo que sería esta colaboración ya que Fran es una persona muy profesional, con una visión muy clara del negocio y con ideas empresariales interesantes e innovadoras.
Y entre trabajo y proyecto seguimos avanzando en la tesis. Este es un trabajo que evoluciona despacio, pero en el que hay que ser constante aunque lo que se pueda estudiar al día sea poco tiempo. Este tiempo dedicado, sea mucho o poco, permite no aparcar el objetivo que no es otro que poder doctorarme en un plazo medio de tiempo.
Si algo no he podido recuperar en la medida que tenía previsto ha sido el deporte. Aunque no con la frecuencia ideal he podido entrenar algo todas las semanas pero es una tarea que tengo que potenciar en los meses sucesivos.
Por último ya finalizando el mes se ha comenzado a gestar un proyecto profesional que puede ser muy interesante. Pero esto lo dejo para más adelante porque estamos en fase embrión.
Why Not Try?.
martes, 6 de enero de 2015
De vuelta
Hola a todos, después de estos años de inactividad del blog y tras una larga reflexión he decidido retomarlo. En más de una ocasión valoré la opción de volver a escribir, e incluso cambié el diseño de la página para reiniciarlo con una nueva perspectiva, pero no terminaba de estar convencido y no me encontraba con la fuerza suficiente de mantenerlo en el tiempo.
Ha sido ahora, con el inicio de año, aprovechando los habituales buenos propósitos que se fijan cada vez que se cambia de año cuando he vuelto a visitar el blog con el propósito de ver si me motivaba a dar el paso y asumir el compromiso de activarlo nuevamente.
Me he propuesto un primer objetivo de publicar al menos una vez al mes. Ya sé que no es mucho pero prefiero tener un objetivo alcanzable y sostenerlo en el tiempo a asumir un compromiso mayor que termine saturando mis posibilidades.
También quiero dar un giro a los contenidos que se publiquen. Durante estos años he profundizado en el estudio de temas sobre gestión empresarial que han sido de mi interés. Temas como la innovación, el emprendimiento, la gestión del cambio, el rediseño profesional y personal y la consecución de objetivos, en ellos quiero centrarme de manera directa o indirecta. Formarán parte de los contenidos, como no podía ser de otra manera, el deporte y la contribución que a los temas anteriormente relacionados puede realizar. Por último no puedo eludir como profesional de la banca tratar temas que pudieran ser de interés o pudieran contribuir y aportar información que resultara de interés.
Esperando que este reinicio sea todo lo fructífero y duradero que deseo con la ilusión que hoy comienzo a escribir, os deseo a todos un año 2015 lleno de éxitos y felicidad.
Why Not Try?.
Ha sido ahora, con el inicio de año, aprovechando los habituales buenos propósitos que se fijan cada vez que se cambia de año cuando he vuelto a visitar el blog con el propósito de ver si me motivaba a dar el paso y asumir el compromiso de activarlo nuevamente.
Me he propuesto un primer objetivo de publicar al menos una vez al mes. Ya sé que no es mucho pero prefiero tener un objetivo alcanzable y sostenerlo en el tiempo a asumir un compromiso mayor que termine saturando mis posibilidades.
También quiero dar un giro a los contenidos que se publiquen. Durante estos años he profundizado en el estudio de temas sobre gestión empresarial que han sido de mi interés. Temas como la innovación, el emprendimiento, la gestión del cambio, el rediseño profesional y personal y la consecución de objetivos, en ellos quiero centrarme de manera directa o indirecta. Formarán parte de los contenidos, como no podía ser de otra manera, el deporte y la contribución que a los temas anteriormente relacionados puede realizar. Por último no puedo eludir como profesional de la banca tratar temas que pudieran ser de interés o pudieran contribuir y aportar información que resultara de interés.
Esperando que este reinicio sea todo lo fructífero y duradero que deseo con la ilusión que hoy comienzo a escribir, os deseo a todos un año 2015 lleno de éxitos y felicidad.
Why Not Try?.
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