miércoles, 10 de abril de 2019

"No dejas de hacer cosas porque te haces mayor,...

...te haces mayor porque dejas de hacer cosas".

Hace no mucho tiempo leía esta frase y me pareció una gran reflexión.

En marzo del año 2018 comencé un nuevo reto profesional que la dirección de Caja Rural Central, empresa donde llevo trabajando 21 años, había considerado debía desarrollar: dirigir lo que iba a ser la primera oficina de la Entidad en la ciudad de Cartagena.

Está siendo un periodo realmente intenso. A la actividad profesional propia del proyecto financiero se le incorpora la labor de introducir la nueva marca en la ciudad. Ha sido un año compartiendo actividad social, cultural y deportiva con la sociedad civil, empresarial e institucional, donde se nos está dispensado una acogida extraordinaria. Hay mucho que hacer y los días pasan a gran velocidad entremezclándose el día con la tarde y en ocasiones la tarde con la noche.

Cartagena es una ciudad muy viva, con una alta actividad, con gran cantidad de asociaciones que trabajan con intensidad para contribuir, cada una dentro de su razón de ser, al desarrollo de la ciudad y de su comarca. Intento participar en todo lo que puedo con el fin de conocer con la máxima celeridad el entorno donde profesionalmente me desenvuelvo. Aprovecho cada evento para conocer a los vecinos, empresarios, representantes de asociaciones y agrupaciones, dando a conocer la empresa a la que represento.

Esta intensidad ha ido ocupando, sin darme cuenta de ello, toda mi atención y esfuerzo, no sin contar con el beneplácito de Carmen. Sin su comprensión sobre lo que representa este proyecto profesional dificultaría el tiempo dedicado al mismo, más si cabe cuando hay dos hijos pequeños que requieren una alta atención.

Como consecuencia de ello también he ido aparcando otro de los puntales que aporta una gran estabilidad física y mental a mi día a día; el deporte. La periodicidad con la que salgo a correr ha caído estrepitosamente, mi participación en carreras populares ha pasado a ser cero. Todo ello, sumado a que los años se van acumulando (gracias a Dios), sucede lo que da por título a esta entrada: "Te haces mayor porque dejas de hacer cosas".

Desde hace unos meses los dolores de espalda comienzan a ser frecuentes, la alimentación ha empeorado, el humor se ve afectado y el sueño alterado. Además, la falta de organización del tiempo me está llevando a no atender correctamente compromisos adquiridos y he aparcado mis estudios de doctorado (ahora intentando retomar).

El pasado viernes estuve, un año más, en el puerto de Cartagena en el reparto de dorsales de La Ruta de las Fortalezas, carrera en la que he participado en sus primeras siete ediciones, no participando en los últimos tres años. Vi la ilusión de aquellas personas que recogían su dorsal y que al día siguiente tendrían que enfrentarse al reto de completar los 54 km. Miraba las montañas que rodean la ciudad y las fortalezas que las coronan, recordando aquellos años en los que iba a recoger mi dorsal y con el estómago encogido por los nervios elevaba de la misma forma la mirada a las fortalezas despidiéndome, como si fueran capaces de oírme, con un: "mañana nos vemos".

Fue el pasado viernes cuando me dije: "hasta aquí, esto no puede seguir así". Sin perder ni la intensidad ni el esfuerzo profesional que requiere mi profesión no puedo olvidar ni desatender todo aquello que aporta valor y equilibrio en mi vida como lo son mi familia, el deporte y la formación. La planificación, la disciplina, el compromiso y el rigor deben de hacerse nuevamente hueco en el día a día y de esta forma ralentizar ese envejecimiento, al menos mental, que se había adueñado de mi vida.

Why Not Try?.

lunes, 26 de marzo de 2018

DESPERTAR LOS SENTIDOS

Hoy echaba en falta escribir. Revisaba mis entradas de blog y recordaba aquellos años en los que mantenía cierta regularidad en la escritura además de compaginar otras actividades formativas, deportivas, profesional y familiar. También recordaba con cierta ansiedad aquel ritmo frenético en el que estaba envuelto de manera voluntaria, añorando tener un poco más de tiempo y menos compromisos adquiridos.

Ahora, que por circunstancias ese ritmo ha descendido me he dado cuenta de que cuando el nivel de actividad es menor el cuerpo tiende a la desidia, al acomodo y, en contra de lo que pensaba, a escaparse el tiempo entre los dedos como si de agua se tratara.

Echaba de menos escribir porque cuando lo hacía con una mayor periodicidad me obligaba diariamente mantener mis cinco sentidos activos, observando todo lo que me sucedía, lo que me rodeaba, buscando algo que me llamara la atención que fuera motivo de una nueva entrada. No soy escritor y reconozco que las entradas carecían de mayor interés, no teniendo una estructura ordenada, una sintaxis correcta, pero a mí me mantenía "vivo". Deseaba que callera la noche y la tranquilidad se adueñara de la casa y desde la paz de mi escritorio, con esa luz tenue que proyectaba el flexo que me acompañaba dar rienda suelta a aquella circunstancia, hecho o anécdota que mis sentidos habían atrapado durante el día.

Hoy echaba en falta escribir, hoy me lo he propuesto y he notado como se han despertado los cinco sentidos.

Why Not Try?.

lunes, 6 de abril de 2015

LO QUE HE APRENDIDO DE LAS CARRERAS DE LARGA DISTANCIA: VALORES, PRINCIPIOS Y HABILIDADES PARA LA VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL.



Cuando dejé la práctica del baloncesto comencé a correr con el propósito de seguir manteniéndome medianamente en forma. Al principio fueron carreras de 5/10 km y después 21 Km. Había realizado varias medias maratones y sentía que mi reto no estaba en recorrer esa distancia en el menor tiempo posible, me atraía la idea de correr larga distancia. Cambié rutinas de entrenamiento, horas de entrenamiento e incluso alimentación para ir preparando el cuerpo para distancias que superarían los 42 km de la maratón.
A día de hoy ya he podido finalizar 2 carreras de  100 km y 5 de 50 Km.
El objeto que me lleva a escribir sobre este tema no es tanto hablar sobre mi historia deportiva sino sobre el poderoso aprendizaje que el deporte individual en general y el de las carreras de larga distancia en particular me ha aportado para desenvolverme en la vida personal y profesional.
Cuando uno afronta una prueba de largo recorrido sabe que va a tener momentos maravillosos en los que se va a disfrutar con el deporte, de los paisajes, de la compañía, donde el objetivo de llegar a la meta y de haber completado todos los kilómetros son un motivador aliciente para avanzar. Por otra parte también sabemos que habrá muchos momentos donde tocará sufrir física y mentalmente, momentos donde dolerán las piernas y puede que hasta aparezcan los tirones musculares. También sabemos que la cabeza cuestionará en más de una ocasión si lo que se está haciendo tiene sentido, si ese sufrimiento merece la pena.
Cuando el camino se empina y cuesta dar el siguiente paso, cuando el calor aprieta y la fuerzas flaquean, cuando un tirón te ha hecho parar y estás estirando, cuando la cabeza te dice una y otra vez que lo que estás haciendo no tiene sentido y no merece la pena continuar, cuando te planteas echar pie a tierra y parar ese sufrimiento físico y mental es cuando tienes que tener la cabeza más fría. Cuando esto sucede, cuando pienso que no puedo dar un paso más es cuando intento coger distancia para no permitir que mi mente tome las riendas sobre las decisiones. Son en esos momentos cuando pienso en el día que tomé la decisión de participar en carreras de larga distancia, en la ilusión y la motivación con la que afrontaba su preparación, las horas dedicadas al entrenamiento y el sacrificio personal y sobre todo familiar que supuso. Visualizas como será conseguir el objetivo y te ves entrando en la meta, piensas en todo ello y que por todo ello debes levantarte y dar un paso más, no abandonar y sobre todo que debes intentarlo porque te lo debes a ti y a tu familia. Tomas aire, te levantas y continúas, sabiendo que tendrás más altos y bajos durante el camino pero que el objetivo está más cerca.
Cuando finalmente cruzas la línea de llegada las sensaciones que se experimentan no pueden ser descritas fácilmente. Sabes que ese día te has superado una vez más, has demostrado que eres capaz de cumplir con lo que te propones y has vencido a la adversidad reforzando la autoestima. Has sido fiel a tu objetivo, no has abandonado, has sido disciplinado y honesto. Ese día eres un poco más fuerte, no solo has llegado a la meta, le has ganado la partida a la mente.
Si quitáramos la connotación deportiva y la sustituyéramos por nuestra vida personal o profesional la historia sería la misma y los resortes aplicados similares. Nuestra vida tanto personal como profesional es una carrera de larga distancia, sabemos que en el camino hay momentos estupendos donde nos encontramos cargados de energía y motivación, rodeados de gente maravillosa, donde la ilusión por iniciar nuevos proyectos aporta un aliciente a nuestro día a día. También sabemos que hay otros días donde nos duele la cabeza, el cuerpo y hasta el alma, momentos en los que la adversidad nos golpea, donde las cosas se complican y no encontramos fruto a nuestro esfuerzo ni sentido a lo que nos sucede. Entonces surgen dudas, la cabeza nos pregunta si tiene sentido lo que estamos haciendo e incluso nos planteamos abandonar, echar pie a tierra dejando que la mente nos venza dando una patada a nuestra autoestima.
Cuando esto sucede es cuando tenemos que coger la distancia que hacía mención anteriormente, parar y reflexionar. Hay que creer en los objetivos propuestos, en nuestra visión, no se puede permitir que un contratiempo dé al traste con nuestros propósitos e ilusiones y abandonemos a las primeras de cambio. Cuando más se complica una situación es cuando más tenemos que confiar en nosotros, confiar que merece la pena intentarlo una vez más, continuar con constancia, siendo disciplinados, perseverando en nuestro propósito. El tiempo nos demostrará que si continuamos en el camino, no desfallecemos y no echamos pie a tierra merecerá la pena, nos hará más fuerte y conseguiremos todo lo que nos hayamos propuesto.
El deporte individual me ha hecho ser disciplinado y constante, me ha enseñado lo que es el sufrimiento, la superación y los beneficios de aplicar la cultura del esfuerzo, he aprendido a planificar y gestionar el tiempo, fijar objetivos y conseguir metas,… En definitiva, he aprendido valores, principios y habilidades que no me han enseñado en la universidad o en la escuela de negocios.
Creo firmemente en esta filosofía de vida y en las ventajas físicas y mentales que aporta el deporte en general con independencia de la disciplina que se practique, y sobre todo creo en la capacidad que tiene para transmitir valores, principios y habilidades que difícilmente aprenderemos en otro lugar. Esta filosofía la he aplicado cada vez que he tenido ocasión de dirigir equipos deportivos, cuando he tenido oportunidad de dar charlas a padres y en el día a día con mi equipo de trabajo. Estoy convencido de los resultados positivos que de manera personal y colectiva podemos obtener.
Os animo a practicar deporte y a disfrutar de la vida. Why Not Try?.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Como gestionar el tiempo I

¿Alguna vez has llegado a casa después de un día de trabajo con la sensación de no haber podido hacer nada de lo que te habías propuesto?, ¿de haber desperdiciado una gran cantidad de tiempo en una determinada tarea?, ¿de haber pospuesto nuevamente tareas que, solo en pensar en ellas entra pánico?.
Necesito más tiempo.
Deseo disfrutar más de la vida. Estoy siempre corriendo. Nunca tengo tiempo para mí.
No existe equilibrio entre mi vida privada y la laboral.
Estoy muy estresado.
Hay mucho que hacer y todo es importante.
Puede ser que estas u otras afirmaciones similares las hayas dicho alguna vez. Cada uno de nosotros damos un valor distinto al tiempo y empleamos el mismo como creemos conveniente, o en la medida que nuestras inevitables obligaciones nos lo permiten. Lo que es incuestionable es que todos tenemos el mismo a lo largo del día, no más de 24 horas. En este sentido, el tiempo es el recurso más justo, todos disponemos del mismo, no discrimina por razón de edad, sexo, raza o condición económica y social.
Si todos tenemos el mismo tiempo, ¿cuál es el motivo por el que unos pasan la vida corriendo de un lado para otro para no llegar a ninguna parte y otras personas son capaces de tener éxito profesional y mantener una vida equilibrada?.
Puede ser que el tema nos preocupe tanto que hayamos asistido a charlas y cursos para recibir indicaciones de cómo gestionar el tiempo. Incluso hayamos adquirido libros en los que leemos con entusiasmo las herramientas necesarias para administrar y planificar ese tiempo. Compramos la agenda, instalamos la última app en nuestro dispositivo móvil. Bien equipados con nuestros conocimientos y herramientas llega el 31 de diciembre y cargamos nuestra mochila de buenos propósitos personales y profesionales. ¿Qué es lo que sucede para que todo se vuelva a desmoronar una vez más?. ¿Qué ha fallado si he aplicado toda la información aprendida sobre gestión del tiempo?.
La gestión del tiempo es un tema complejo que requiere de unos conocimientos básicos, disciplina, constancia y sobre todo una continua reflexión para poder tomar decisiones. Conociendo de tal importancia y de la preocupación que suscita será un asunto que voy a tratar a lo largo de varios artículos con el fin de aportar ideas que puedan ayudar a reflexionar y tomar decisiones.
El tiempo es el bien más preciado que poseemos, nuestra principal tarea es sacar el máximo provecho del mismo. Aunque tengamos la sensación de que no tenemos suficiente disponemos, mientras vivimos, de todo el tiempo que existe. Podríamos quejarnos de cómo y en qué lo utilizamos, pero no de tenerlo. Utilizamos nuestro tiempo según los conceptos que tenemos sobre él, en función de nuestros hábitos y del valor que cada uno le damos en cada momento.
¿Por qué es un recurso tan valioso?.
El tiempo es un bien muy escaso, no lo podemos comprar, tampoco es algo que podemos ahorrar o almacenar, no lo podemos incrementar, es constante y es inexorable.
La mayoría de nosotros solemos perder en torno a 3 horas al día. El motivo de esta pérdida es debida a causa de hábitos inadecuados, trabajo realizado negligentemente, tareas que desarrollamos con una perfección innecesaria. Hemos empleado mal el tiempo porque hemos olvidado nuestros objetivos, prioridades, no hemos planificado y sobre todo no hemos diferenciado adecuadamente lo importante de lo urgente, dando en la mayoría de las ocasiones prioridad a esto último.
Esta dualidad entre lo importante y lo urgente es la responsable de nuestra sensación de estar perdiendo el tiempo ante la realización de determinadas tareas, trabajos o actividades. Perder el tiempo significa hacer algo que es menos importante que otra cosa que se pudiera hacer en su lugar. La importancia está determinada por los objetivos.
Para poder gestionar adecuadamente el tiempo debemos responder continuamente a la pregunta ¿cuál es la mejor manera de usar este minuto?, y de ello nos ocuparemos en los siguientes artículos.
Why Not Try?

lunes, 2 de febrero de 2015

Misión y Visión personal y profesional.



¿Quieres rediseñar tu vida profesional y personal?, pues comencemos por el principio, ¿sabes cuál es tu misión y cuál es tu visión?.

¿Quieres ser un profesional de éxito de alto valor para tu empresa y clientes?. ¿Quieres enriquecer tu vida personal y aportar tiempo de calidad a tu familia y amigos?. ¿Quieres desarrollar definitivamente esas ideas y proyectos que no te atreves a comenzar o que has aparcado en varias ocasiones?. ¿Sientes que estás atrapado por la rutina diaria, por los hábitos y piensas que necesitas potenciar e impulsar tu vida en todos los sentidos disfrutando de un día a día retador e inspirador?. Si has respondido afirmativamente a todas o parte de las anteriores preguntas o eres persona inquieta por mejorar tu vida diaria, te recomiendo que asumas el reto y rediseñes tu vida profesional y personal. Merece la pena.

Para ello se necesita realizar un ejercicio de profunda reflexión y dar respuestas a algunas preguntas que clarifiquen y pongan foco a nuestros objetivos.

Antes de establecer los objetivos profesionales, personales, de ocio,… hay que destinar el tiempo que sea necesario para elaborar nuestra misión y visión. Sí, he dicho bien, “misión y visión”. Estos términos normalmente se asocian al ámbito de las organizaciones pero las personas también debemos tener una “visión”, es decir aquellas metas que pretendemos conseguir en el futuro, hacia donde nos dirigimos, y también tenemos una “misión”, referida a los motivos que justifican nuestra razón de ser. Se considera por tanto que la visión es más genérica y menos precisa que la misión que es más específica y precisa.

Comenzamos el año con gran cantidad y variedad de cosas que tenemos pendientes por hacer: proyectos, tareas, algún curso o master, aprender inglés, comenzar a hacer deporte, tener tiempo de calidad para la familia… En función de estos proyectos o propósitos fijamos los objetivos, poniendo nuestro foco en el corto plazo olvidándonos del medio y largo plazo.

Para dar sentido, solidez y continuidad a todos esos proyectos y buenas intenciones deberemos tener una visión mucho más global y una misión clara. Para ello tomaremos distancia para responder algunas cuestiones antes de fijar objetivos:

¿Hacia dónde voy?, ¿cómo me percibo en el futuro?, ¿cómo deseo que me vean en un futuro?, ¿qué quiero alcanzar?, ¿cuál es la razón por lo que hago esto?.

Si intentamos dar una respuesta sincera y profunda nos daremos cuenta que puede que sean preguntas no tan fáciles de responder y de concretar. Dar una respuesta honesta contribuirá a clarificar el futuro y poner el foco en el largo plazo. Cuando tenemos un futuro claro, cuando sabemos hacia donde nos dirigimos y conocemos nuestra razón de ser es cuando podemos afrontar el presente con solvencia y garantías de éxito, fijando todos esos objetivos que nos proponemos cada principio de año.

Una misión y una visión bien reflexionadas y bien definidas realizan la misma función que lo hace un faro en la oscuridad, guía y focaliza nuestros objetivos y esfuerzos, reconduce nuestro rumbo cuando nos desviamos, fortaleciendo la concentración en los retos que son verdaderamente trascendentes ayudando a identificar oportunidades potenciales.

¿Cómo diferenciar misión y visión?.

La misión se refiere a definir nuestro propósito, nuestra razón de ser y por la que se justifica nuestra existencia, responde a la pregunta ¿por qué?. ¿Por qué existo?, ¿qué me hace diferente?. En la misión se destacarán aquellos atributos, fortalezas o elementos diferenciadores en los que nos apoyaremos para alcanzar la visión.

También tienen una gran importancia los valores personales para la consecución de los objetivos. Los valores definen los principios sobre los que se asienta nuestra cultura que nos permite crear las pautas del conocimiento.

La visión responde a la pregunta ¿Dónde?. Define las metas que pretendemos alcanzar, es la percepción actual de lo que será o debería ser en el futuro, estableciendo los criterios que utilizaremos para fijar el camino, ¿hacia dónde me dirijo?, ¿dónde quiero estar en el futuro?. La visión tiene que ser inspiradora, retadora y motivadora. 

Para formular la misión debemos:

1.-Identificar lo que mejor hacemos.
2.-Pensar en qué significado tiene el éxito.
3.-Identificar las metas personales reflexionando sobre qué es lo que de verdad queremos en nuestra vida profesional y personal, entendiendo esta última como familiar, social y ocio.
4.-Analizar detenidamente los objetivos, y escoger uno que sobresalga por encima de los demás.
5.- Perfeccionarlo: editando y sintetizando el objetivo escogido hasta que tengas una idea clara y precisa de lo que quieres.

La misión describirá 4 aspectos básicos: Que quiero, para que quiero lograr mis metas, cuales son los valores fundamentales y por quién siento responsabilidad.

Para que quede definida la misión realizaremos una frase que incluya los cuatro aspectos anteriores o daremos respuesta a cada uno de ellos de manera individual.

A la hora de formular la visión:
 
A partir de la elaboración de la misión daremos respuesta a las siguientes preguntas: ¿Quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿cómo me percibo en el futuro?, ¿cómo deseo que me vean en el futuro?.

Una vez respondidas estas preguntas se redactará la visión personal y profesional. Hay que escribirla de forma que plantee un desafío, que sea motivante, con la que nos identifiquemos y comprometamos. Tiene que ser breve, clara y específica.

Con una misión y una visión con la que realmente nos identifiquemos, y unos valores personales y profesionales sólidos sobre los que apoyarnos podremos definir de manera concreta los objetivos a corto plazo. Podremos establecer objetivos que tengan sentido y que justifique el esfuerzo que hay que realizar, fortaleciendo el compromiso con ellos garantizando el éxito en su consecución. 

Si estás cansado de realizar año tras año las mismas promesas, iniciar los mismos proyectos que con el tiempo se difuminan, si quieres de manera definitiva rediseñar tu carrera profesional y personal, comienza por el principio, define tu misión y tu visión. Elije un espacio tranquilo, un lugar inspirador, un lugar donde te puedas encontrar contigo mismo, y sobre todo toma tiempo y reflexiona. Cuando hayas concluido y tengas definida la visión y la misión habrá que realizar la tarea más sencilla pero a su vez fundamental y necesaria para garantizar el éxito: escribe de manera sintética tu misión y tu visión y ponla en un lugar visible, en un sitio que cuando aflore alguna duda, cuando te preguntes si algo tiene sentido puedas leerla, recordar y focalizar nuevamente cuál es tu objetivo y tu razón de ser.  

Para finalizar recuerda, los objetivos son el motor de la vida, la gasolina que nos impulsa día a día. Fija objetivos que realmente sean motivadores e inspiradores, que te ilusionen lo suficiente como para dar sentido a la vida. Rediseña tu presente para escribir tu futuro. Why Not Try?.

viernes, 30 de enero de 2015

Enero: Aferrado a los objetivos.

Consumido el primer mes del año reviso los objetivos propuestos y compruebo que, a pesar de los imprevistos surgidos, más de los que se podrían prever, sigo en la línea marcada.

Profesionalmente he establecido nuevas pautas de funcionamiento y organización que me permiten realizar una mejor gestión del tiempo, enfocado, optimizando recursos e intentado obtener momentos profesionales, personales y familiares de calidad. La clave está siendo no perder de vista los objetivos definidos a corto y medio plazo, teniéndolos a la vista y revisándolos diariamente.

El hábito del que más satisfecho me siento, con el que me muestro inflexible y me aporta mayores beneficios es la hora de ponerme en pie. Suena el despertador a las 6 de la mañana y arriba sin dar tiempo que la duda me abrace a la cama. Resulta muy gratificante levantarse con tiempo suficiente para preparar el día. Tienes tiempo para pensar y reflexionar. El silencio de la mañana permite que me pueda escuchar con claridad, sin interferencias. Una luz tenue acompaña mis primeras actividades y mientras tomo el café repaso mentalmente la agenda de la mañana, pienso en mis estudios, mis proyectos, la gente que me rodea,....Con que claridad se ve todo a esa hora!!!.

Por otra parte ha surgido la opción de participar en un proyecto que me hace especial ilusión. Fran García, amigo desde hace años y con el que tuve la suerte de compartir minutos en una pista de baloncesto, ascenso incluido, me ofreció la posibilidad de colaborar en el nuevo proyecto que su empresa de comunicación CNB está desarrollando. Planteaba la posibilidad de que pudiera escribir periódicamente artículos que serían publicados en la nueva Web de la empresa. No fue difícil sentar las bases de lo que sería esta colaboración ya que Fran es una persona muy profesional, con una visión muy clara del negocio y con ideas empresariales interesantes e innovadoras.

Y entre trabajo y proyecto seguimos avanzando en la tesis. Este es un trabajo que evoluciona despacio, pero en el que hay que ser constante aunque lo que se pueda estudiar al día sea poco tiempo. Este tiempo dedicado, sea mucho o poco, permite no aparcar el objetivo que no es otro que poder doctorarme en un plazo medio de tiempo.

Si algo no he podido recuperar en la medida que tenía previsto ha sido el deporte. Aunque no con la frecuencia ideal he podido entrenar algo todas las semanas pero es una tarea que tengo que potenciar en los meses sucesivos.

Por último ya finalizando el mes se ha comenzado a gestar un proyecto profesional que puede ser muy interesante. Pero esto lo dejo para más adelante porque estamos en fase embrión.

Why Not Try?.





martes, 6 de enero de 2015

De vuelta

Hola a todos, después de estos años de inactividad del blog y tras una larga reflexión he decidido retomarlo. En más de una ocasión valoré la opción de volver a escribir, e incluso cambié el diseño de la página para reiniciarlo con una nueva perspectiva, pero no terminaba de estar convencido y no me encontraba con la fuerza suficiente de mantenerlo en el tiempo.

Ha sido ahora, con el inicio de año, aprovechando los habituales buenos propósitos que se fijan cada vez que se cambia de año cuando he vuelto a visitar el blog con el propósito de ver si me motivaba a dar el paso y asumir el compromiso de activarlo nuevamente.

Me he propuesto un primer objetivo de publicar al menos una vez al mes. Ya sé que no es mucho pero prefiero tener un objetivo alcanzable y sostenerlo en el tiempo a asumir un compromiso mayor que termine saturando mis posibilidades.

También quiero dar un giro a los contenidos que se publiquen. Durante estos años he profundizado en el estudio de temas sobre gestión empresarial que han sido de mi interés. Temas como la innovación, el emprendimiento, la gestión del cambio, el rediseño profesional y personal y la consecución de objetivos, en ellos quiero centrarme de manera directa o indirecta. Formarán parte de los contenidos, como no podía ser de otra manera, el deporte y la contribución que a los temas anteriormente relacionados puede realizar. Por último no puedo eludir como profesional de la banca tratar temas que pudieran ser de interés o pudieran contribuir y aportar información que resultara de interés.

Esperando que este reinicio sea todo lo fructífero y duradero que deseo con la ilusión que hoy comienzo a escribir, os deseo a todos un año 2015 lleno de éxitos y felicidad.

Why Not Try?.