miércoles, 10 de abril de 2019

"No dejas de hacer cosas porque te haces mayor,...

...te haces mayor porque dejas de hacer cosas".

Hace no mucho tiempo leía esta frase y me pareció una gran reflexión.

En marzo del año 2018 comencé un nuevo reto profesional que la dirección de Caja Rural Central, empresa donde llevo trabajando 21 años, había considerado debía desarrollar: dirigir lo que iba a ser la primera oficina de la Entidad en la ciudad de Cartagena.

Está siendo un periodo realmente intenso. A la actividad profesional propia del proyecto financiero se le incorpora la labor de introducir la nueva marca en la ciudad. Ha sido un año compartiendo actividad social, cultural y deportiva con la sociedad civil, empresarial e institucional, donde se nos está dispensado una acogida extraordinaria. Hay mucho que hacer y los días pasan a gran velocidad entremezclándose el día con la tarde y en ocasiones la tarde con la noche.

Cartagena es una ciudad muy viva, con una alta actividad, con gran cantidad de asociaciones que trabajan con intensidad para contribuir, cada una dentro de su razón de ser, al desarrollo de la ciudad y de su comarca. Intento participar en todo lo que puedo con el fin de conocer con la máxima celeridad el entorno donde profesionalmente me desenvuelvo. Aprovecho cada evento para conocer a los vecinos, empresarios, representantes de asociaciones y agrupaciones, dando a conocer la empresa a la que represento.

Esta intensidad ha ido ocupando, sin darme cuenta de ello, toda mi atención y esfuerzo, no sin contar con el beneplácito de Carmen. Sin su comprensión sobre lo que representa este proyecto profesional dificultaría el tiempo dedicado al mismo, más si cabe cuando hay dos hijos pequeños que requieren una alta atención.

Como consecuencia de ello también he ido aparcando otro de los puntales que aporta una gran estabilidad física y mental a mi día a día; el deporte. La periodicidad con la que salgo a correr ha caído estrepitosamente, mi participación en carreras populares ha pasado a ser cero. Todo ello, sumado a que los años se van acumulando (gracias a Dios), sucede lo que da por título a esta entrada: "Te haces mayor porque dejas de hacer cosas".

Desde hace unos meses los dolores de espalda comienzan a ser frecuentes, la alimentación ha empeorado, el humor se ve afectado y el sueño alterado. Además, la falta de organización del tiempo me está llevando a no atender correctamente compromisos adquiridos y he aparcado mis estudios de doctorado (ahora intentando retomar).

El pasado viernes estuve, un año más, en el puerto de Cartagena en el reparto de dorsales de La Ruta de las Fortalezas, carrera en la que he participado en sus primeras siete ediciones, no participando en los últimos tres años. Vi la ilusión de aquellas personas que recogían su dorsal y que al día siguiente tendrían que enfrentarse al reto de completar los 54 km. Miraba las montañas que rodean la ciudad y las fortalezas que las coronan, recordando aquellos años en los que iba a recoger mi dorsal y con el estómago encogido por los nervios elevaba de la misma forma la mirada a las fortalezas despidiéndome, como si fueran capaces de oírme, con un: "mañana nos vemos".

Fue el pasado viernes cuando me dije: "hasta aquí, esto no puede seguir así". Sin perder ni la intensidad ni el esfuerzo profesional que requiere mi profesión no puedo olvidar ni desatender todo aquello que aporta valor y equilibrio en mi vida como lo son mi familia, el deporte y la formación. La planificación, la disciplina, el compromiso y el rigor deben de hacerse nuevamente hueco en el día a día y de esta forma ralentizar ese envejecimiento, al menos mental, que se había adueñado de mi vida.

Why Not Try?.

2 comentarios:

  1. Ánimo y saca tiempo como puedas para el deporte, y recuerda que lo más importante es la familia y los amigos, lo demás ya es otra historia.

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