Normalmente tenemos en mente la idea de un entrenador como la persona que transmite y aplica unos conocimientos técnicos y tácticos específicos de un deporte con el fin de formar a jugadores o construir un equipo deportivo.
Pero ¿cuantas veces pensamos en el "otro entrenador"?.
En alguna ocasión he comentado las enormes similitudes y sinergias que podemos encontrar entre la empresa y el deporte, y con esta entrada quiero reflexionar sobre ello.
Más allá de ese entrenador que inculca todo su saber al grupo humano de turno que le ha tocado en suerte ese año, un entrenador es como el gerente de una empresa. Independientemente del nivel deportivo que tenga su grupo, tendrá unos objetivos que cumplir (ascenso, evitar descenso, trabajar la cantera,....) y deberá obtener el máximo rendimiento, aplicando conceptos tan utilizados como dispares como son; eficacia, eficiencia y efectividad.
Pero además es un gestor de Recursos Humanos. Debe saber trabajar con un grupo de personas y para ello dominar técnicas de gestión del conocimiento (motivación, comunicación, liderazgo, gestión de conflictos,.....).
Siguiendo con símiles empresariales, este entrenador es además el jefe de producción. Me explico, tiene herramientas (jugadores) para hacer el trabajo, y debe aplicar toda su sabiduría y saber hacer para que esta maquinaria funcione a la perfección. Debe unir todas las piezas para que el sistema encaje, se pueda producir y por ende conseguir los objetivos marcados.
Por qué no también debe ser responsable de marketing, vendiendo su producto (su equipo, sistema de trabajo, sistemas de juego,...) y su manera de hacer las cosas a director deportivo, directivos, padres, público,....Y la cosa no queda ahí, debe ser un buen jefe de compras ya que debe comprar (fichar), si se me permite la comparación, a los mejores jugadores que se adapten a su filosofía, independientemente de la categoría en la que participe.
No se puede olvidar que ejercerá de relaciones públicas, ya que no son pocas las explicaciones y crónicas a las que debe hacer frente durante una temporada.
Por lo tanto y en base a todo lo detallado hasta ahora, estaremos de acuerdo, o no, en que un entrenador, además de un buen conocedor del deporte que practica debería de contar con las siguientes habilidades y cualidades entre otras:
Líder, director de grupos humanos, psicólogo, pedagogo, comunicador, motivador, gestor de conflictos, director de partidos, habilidoso y ágil en la toma de decisiones, gestor y analista de información, gestor del trabajo en equipo, debe saber planificar,..... y tantas y tantas cualidades que podríamos seguir aportando y tenemos en mente.
Creo que un entrenador deportivo es mucho más que un simple conocedor de sistemas de juego o de técnica deportiva, sin duda importantísimo para poder dedicarse a esto. Un entrenador debe, además, dominar un amplio campo relacionado con el mundo de la empresa y las humanidades que le llevarían no solo a ser mejor profesional, sino a enriquecer y a formar mucho mejor a cuantos jugadores caigan en sus manos.Por ello y para finalizar me gustaría lanzar una última reflexión. Si llegado a este punto coincidiéramos en la importancia de todo lo mencionado; ¿cuantos clinics, charlas, horas de cursos,... están destinadas trabajar estos temas?.