
Contra pronostico tres nulos dejaron a esta deportista sin posibilidades de revalidar su título. Ante una imagen desoladora de Isinbayeva, abatida ante el fracaso y si encontrar consuelo, se proclamó campeona del mundo la polaca Anna Rogowska.
¿FRACASO.......?. Pues bien, Isinbayeva acudió una semana después de la finalización de los mundiales de atletismo a la reunión de Zúrich. En su primer salto alcanzó la altura de 5,06 batiendo el récord del mundo, situándose por delante de la campeona del mundo Rogowska que había dejado el listón en los 4,76.
Me vino entonces a la mente una cita que he podido leer recientemente en el libro "Entrenar el éxito" del exseleccionador nacional de baloncesto, Pepu Hernández. La misma, que a su vez está extraída de un informe del Club de Emprededores de la Universidad de Navarra, dice: "Los grandes deportistas, a diferencia de muchos empresarios, entienden el fracaso como parte de su trabajo. Desarrollan la capacidad de levantarse de sus fracasos y mirar adelante. No se dejan paralizar y tienen facilidad para encontrar la parte positiva".
En el día a día, debido a mi profesión, tengo ocasión de hablar en profundidad sobre la situación económica y financiera

Esta misma manera de actuar podría hacerla extensiva a compañeros de profesión, e incluso por no hablar solamente de terceras personas, podría aplicármela a mí mismo.
Verdaderamente ante situaciones que nos sobrepasan o que percibimos como amenaza o fracaso nos bloqueamos, entramos en un circulo que no nos permite mirar al futuro con claridad. Nos envuelve el pesimismo impidiéndonos extraer lo positivo de la situación que nos posibilite seguir desarrollándonos y creciendo. No entendemos como parte de nuestro trabajo el fracaso, no buscando en la adversidad la oportunidad, sino el desconsuelo, el lamento y los culpables.
CUANTO TENEMOS QUE APRENDER DE ISINBAYEVA.

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