ENTRENANDO Y MOTIVADO

Por fin he podido encadenar tres días consecutivos de entrenamiento. El viernes fue muy suave ya que llevaba más de una semana sin correr. En total completé 6 km a ritmos cercanos a 5 minutos km. El sábado me levanté con ganas de realizar un entrenamiento más largo y con la idea de comenzar a meter kilómetros poco a poco. Para evitar los circuitos monótonos salí desde Los Alcázares dirección Los Urrutias y vuelta. En total unos 12 km en 52 minutos. Por último hoy domingo, con la noche metida y con un nivel de humedad alta, he realizado un buen entrenamiento. 11,5 km de los cuales 10 a buen ritmo con tiempos entre 4,15 min/km y 4,20 min/km. En total 52 minutos y con sensaciones y ganas de haber continuado.

Lo mejor de todo es que la cabeza ha funcionado de maravilla, he podido romper con esa barrera mental que desde hace un par de meses me impedía realizar entrenamientos motivado y con ganas de meter kilómetros.

Cuando uno corre en la soledad, aunque lleve música que lo acompañe, tienes mucho tiempo para pensar. En el entrenamiento de hoy iba pensando en la carrera de los 80 km de la "Trail Mitja Lluna" y en la planificación que debería llevar hasta el día de la prueba. Pero entre pensamiento y pensamiento he empezado a construir un proyecto que conforme pasaban los kilómetros me iba convenciendo más y más. De momento no desvelo nada ya que por ahora solo es eso, un proyecto que tengo que comentar con varias personas. La verdad es que de pensar en su realización ya me pone las pilas para entrenar con más ganas. Ya os contaré.

El sábado por la tarde asistí al partido de baloncesto de 1ª autonómica de Salesianos, equipo del que fui entrenador ayudante las dos últimas temporadas. Se enfrentaban a Beniaján, la bestia negra de los últimos años. Partido que se resolvió en los últimos minutos a favor de Salesianos que ganaron por 13 puntos.

Fue grato ver la evolución positiva que ha sufrido este equipo y como tras las nuevas incorporaciones el grupo empieza a funcionar como un bloque. Ayer, por fin, y ante un equipo que se plantó en zona al primer contratiempo que tuvieron con la defensa individual, rompieron el maleficio que contra esta defensa zonal se venía arrastrando. Se nota que los jugadores de Noguera habían preparado el partido y atacaron con alegría, movieron e invirtieron una y otra vez el balón, con paciencia, buscando su momento. El tiro exterior funcionó y los pívots dieron la estabilidad y tranquilidad que el equipo necesitaba. Todo ello acompañado, como no, de una buena defensa.

Este año tiene que ser el bueno. Mucha suerte.