miércoles, 4 de marzo de 2015

Como gestionar el tiempo I

¿Alguna vez has llegado a casa después de un día de trabajo con la sensación de no haber podido hacer nada de lo que te habías propuesto?, ¿de haber desperdiciado una gran cantidad de tiempo en una determinada tarea?, ¿de haber pospuesto nuevamente tareas que, solo en pensar en ellas entra pánico?.
Necesito más tiempo.
Deseo disfrutar más de la vida. Estoy siempre corriendo. Nunca tengo tiempo para mí.
No existe equilibrio entre mi vida privada y la laboral.
Estoy muy estresado.
Hay mucho que hacer y todo es importante.
Puede ser que estas u otras afirmaciones similares las hayas dicho alguna vez. Cada uno de nosotros damos un valor distinto al tiempo y empleamos el mismo como creemos conveniente, o en la medida que nuestras inevitables obligaciones nos lo permiten. Lo que es incuestionable es que todos tenemos el mismo a lo largo del día, no más de 24 horas. En este sentido, el tiempo es el recurso más justo, todos disponemos del mismo, no discrimina por razón de edad, sexo, raza o condición económica y social.
Si todos tenemos el mismo tiempo, ¿cuál es el motivo por el que unos pasan la vida corriendo de un lado para otro para no llegar a ninguna parte y otras personas son capaces de tener éxito profesional y mantener una vida equilibrada?.
Puede ser que el tema nos preocupe tanto que hayamos asistido a charlas y cursos para recibir indicaciones de cómo gestionar el tiempo. Incluso hayamos adquirido libros en los que leemos con entusiasmo las herramientas necesarias para administrar y planificar ese tiempo. Compramos la agenda, instalamos la última app en nuestro dispositivo móvil. Bien equipados con nuestros conocimientos y herramientas llega el 31 de diciembre y cargamos nuestra mochila de buenos propósitos personales y profesionales. ¿Qué es lo que sucede para que todo se vuelva a desmoronar una vez más?. ¿Qué ha fallado si he aplicado toda la información aprendida sobre gestión del tiempo?.
La gestión del tiempo es un tema complejo que requiere de unos conocimientos básicos, disciplina, constancia y sobre todo una continua reflexión para poder tomar decisiones. Conociendo de tal importancia y de la preocupación que suscita será un asunto que voy a tratar a lo largo de varios artículos con el fin de aportar ideas que puedan ayudar a reflexionar y tomar decisiones.
El tiempo es el bien más preciado que poseemos, nuestra principal tarea es sacar el máximo provecho del mismo. Aunque tengamos la sensación de que no tenemos suficiente disponemos, mientras vivimos, de todo el tiempo que existe. Podríamos quejarnos de cómo y en qué lo utilizamos, pero no de tenerlo. Utilizamos nuestro tiempo según los conceptos que tenemos sobre él, en función de nuestros hábitos y del valor que cada uno le damos en cada momento.
¿Por qué es un recurso tan valioso?.
El tiempo es un bien muy escaso, no lo podemos comprar, tampoco es algo que podemos ahorrar o almacenar, no lo podemos incrementar, es constante y es inexorable.
La mayoría de nosotros solemos perder en torno a 3 horas al día. El motivo de esta pérdida es debida a causa de hábitos inadecuados, trabajo realizado negligentemente, tareas que desarrollamos con una perfección innecesaria. Hemos empleado mal el tiempo porque hemos olvidado nuestros objetivos, prioridades, no hemos planificado y sobre todo no hemos diferenciado adecuadamente lo importante de lo urgente, dando en la mayoría de las ocasiones prioridad a esto último.
Esta dualidad entre lo importante y lo urgente es la responsable de nuestra sensación de estar perdiendo el tiempo ante la realización de determinadas tareas, trabajos o actividades. Perder el tiempo significa hacer algo que es menos importante que otra cosa que se pudiera hacer en su lugar. La importancia está determinada por los objetivos.
Para poder gestionar adecuadamente el tiempo debemos responder continuamente a la pregunta ¿cuál es la mejor manera de usar este minuto?, y de ello nos ocuparemos en los siguientes artículos.
Why Not Try?

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