martes, 10 de mayo de 2011

CONSEGUIDO!!!!


Tras 15 horas y 12 minutos cruzaba junto al resto de mis compañeros la línea de llegada situada en el centro de Ronda. Habían transcurrido 101 km de muy buenos momentos, de esfuerzo y superación y, tras algunos kilómetros de incertidumbre donde parecía que todo se iba a romper, Laureano, José Carlos, Yolanda y yo entrábamos hermanados en meta. Fue muy emocionante y lo único que acertábamos a hacer era abrazarnos y felicitarnos por haberlo conseguido.

55 km antes de llegar, nos encontrábamos en el 45, las alarmas saltaron. Laureano empezaba a tener problemas en su rodilla y cojeaba de manera ostensible. Por otra parte José Carlos aminoraba la marcha y también se descolgaba. La llegada a Setenil (km 59) marcaría el devenir del grupo para el resto del camino. Yo me encontraba muy bien, el ritmo marcado era cómodo y el cuerpo respondía a lo que le pedía.

La visita de Laureano al fisio descartó lesión alguna y la recuperación física de José Carlos nos permitía a todos continuar con ilusiones renovadas. Comenzábamos la parte más dura del recorrido. Tras la toma de fuerzas en el cuartel de la Legión (km 78) afrontamos los últimos 23 km con la dura subida a la Ermita. Las piernas comenzaban a mostrar signos de cansancio pero aún así me encontraba muy entero, circunstancia que repercutía de manera muy favorable sobre mi moral.

Ahora que han pasado dos días desde que finalizamos me ratifico en la sensación que tuve durante toda la prueba. Había finalizado la mejor carrera de mi vida, no por los tiempos, que por otra parte me daban igual, sino por mi buen estado físico durante todo el recorrido y por el ambiente vivido junto al resto del grupo. Nos reímos, nos apoyamos, sufrimos y al final, hasta lloramos. Una gran experiencia vital.

Y para que todo fuera redondo a las 8:15 de la mañana del domingo, 21 horas y 15 minutos desde que se dio la salida entraba en meta Carmen acompañada de su prima Julia. Que momentos más emocionantes e intensos. Hay que quitarse el sombrero y no me cabe más que felicitar públicamente a mi mujer y reconocer su capacidad de superación, su tenacidad, ilusión y compromiso. Es una verdadera campeona y, como siempre he dicho a quién me ha preguntado, tiene más mérito estar 21 horas andando que 15 corriendo.

Por otra parte la organización otra vez de 10. Se nota cuando hay ganas por hacer las cosas bien y ello se traduce en respeto hacia los participantes, buen trato y atenciones para que no falte de nada. Muchas gracias y espero volver en otra ocasión.

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